Crecí como muchos niños escuchando historias de fantasmas y brujas, algunas veces me las creí y asustado pasé muchas trasnochadas siempre alerta para salir volado por si algún espectro despistado venía a visitarme. Cuando descubrí que todo era puro cuento, una farsa de los mayores para mantenernos alejados de algunos sitios, empecé a inventar mis propias historias que luego se las relataba a la collera (amigos), llegando incluso a jurar “por diosito” con tal que se tragaran el cuento y esa noche sufrieran de insomnio…
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Justo en mi blog hablo de temas de misterio… y de una leyenda también pero esta en Japón
Muy interesante!!!